Morelia, Mich., 23 de junio del 2016.- El Congreso del Estado tiene las puertas abiertas para escuchar las diferentes voces en los temas álgidos del estado, manifestó el diputado Raymundo Arreola Ortega, Presidente del Poder Legislativo al recibir a un grupo de representantes de la Asociación de Empresarios y Promotores de Espectáculos del Municipio de Morelia, quienes por escrito solicitaron que no se dé tramite a las reformas al Código Penal y la Ley de Protección a los Animales, por las cuales se pretende prohibir las corridas de toros en Michoacán.
Los solicitantes encabezados por el empresario Álvaro López Ríos presidente de la Asociación, los matadores de toros Marbella Romero Núñez, Antonio Urrutia Bolaños y Juan Chávez; además de Alonso Molina Flores presidente de la Asociación de Galleros de Michoacán, Arcadio Pompa Molina Corral, integrante de la misma; así como Edna López, directora de Toro Arte Michoacán; quienes también solicitaron al parlamentario considerar el tema de elevar a patrimonio cultural inmaterial las tradiciones con más de 300 años de antigüedad en la entidad, como son los espectáculos de gallos, jaripeos, charrería, caballos bailadores y corridas de toros.
Al respecto, Raymundo Arreola se comprometió a presentar el documento con las peticiones correspondientes, ante la Junta de Coordinación Política y la Conferencia para la Programación de los Trabajos Legislativos, para su conocimiento y trámite correspondiente.
Asimismo, señaló que pondrá en consideración de los presidentes de las comisiones dictaminadoras de la iniciativa que pretende prohibir las corridas de toros en Michoacán, para que se invite a todos los sectores involucrados a debatir y argumentar su postura, a fin de escuchar todas las voces.
Cabe destacar que dentro del documento presentado a la Mesa Directiva del Congreso de Estado, se argumenta que dicha iniciativa de reforma atenta contra los derechos culturales, al discriminar la cultura y tradición de la tauromaquia, los gallos de pelea, el jaripeo y la charrería, siendo menoscabada dichas actividades y denigrarlas al grado de quererlas desaparecer. Además señala la pérdida de empleos directos e indirectos que provocaría el prohibir estos espectáculos.