Morelia, Mich., a 9 de Febrero del 2017.,- (mensaje integró de la legisladora del PAN, Andrea Villanueva en la sesión de Pleno del Congreso del Estado),- En el inicio de este 2017 hemos sufrido el incremento más alto en el precio de la gasolina de los últimos 20 años.
Somos un país productor y exportador de petróleo, que históricamente había tenido un precio bajo en el costo de la gasolina de acuerdo con el mercado internacional. De hecho, en el pasado la gasolina estaba subsidiada; y en su momento anteriores administraciones decidieron eliminar el subsidio a las gasolinas para que su precio estuviera de acuerdo con el precio promedio del mercado.
Cuando se tomó esta medida en 2008 el precio del barril de petróleo costaba 120 dólares, es decir era un precio muy alto, y todavía en 2012 el precio del barril costaba poco más de 100 dólares por lo que el precio de la gasolina en ese momento en 2012; estaba acorde al costo del precio del petróleo.
Sin embargo, a partir de mayo de 2014 el precio del petróleo comenzó a bajar dramáticamente llegando a su punto más bajo en el año 2015, pero a la par de esta baja en el precio del crudo inició una absurda subida en el precio de la gasolina, teniendo un incremento sustancial desde el mes de agosto del año pasado, fecha en la que cada barril de petróleo costaba 33.62 dólares, y cada litro de gasolina costaba $13.96 pesos por litro para el caso de la magna, tendencia que se magnificó al grado que al día de hoy la Magna cuesta $16.14 mientras que el precio de la gasolina Premium es de 17.79 pesos por litro, y el del diésel de 17.05 pesos por litro.
Al mismo tiempo en Estados Unidos el litro de gasolina costaba a finales del año pasado 0.63 dólares mientras que en México el litro de gasolina costaba $ 0.80 dólares por litro, por supuesto que en países como Kuwait, Qatar, Arabia Saudita, o Rusia todos ellos países productores de petróleo, el precio de la gasolina es aún más barato que en Estados Unidos, pero quizás la comparación con todos estos países sea muy lejana y deberíamos ir al entorno latinoamericano para saber si el precio en México es correcto y resulta que en Ecuador por ejemplo la gasolina cuesta 39 centavos de dólar.
Pero además la gasolina en México es hoy por hoy más cara que en países como Guatemala, Bolivia, Trinidad y Tobago, Venezuela, Puerto Rico, Colombia, Panamá, El Salvador y Haití, solo por citar algunos ejemplos y varios de estos países ni siquiera producen petróleo.
Sin embargo, en México la gasolina ha venido aumentado de 10.36 pesos en julio de 2012 a 13.96 en agosto de este año, lo que significó un aumento del 34% y luego a $16.14 pesos en enero de este año es decir ha sufrido un aumento real del 55%, en lo que va del gobierno de Enrique Peña Nieto.
El tanque de un auto compacto entre los modelos más vendidos en México es de 45 litros y para llenarlo al día de hoy nos cuesta $ 726 pesos, mientras que llenar el mismo tanque en enero de 2011 costaba solamente $376 pesos.
La razón de este incremento que se ha venido dando desde que inició esta Administración ha sido la mal llamada REFORMA FISCAL, que lo único que hizo fue aumentar impuestos sin transformar de fondo el problema que tenemos como país y como estado: el sistema de recaudación.
Dicha reforma trajo como consecuencia el aumento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a diversos productos entre ellos a las gasolinas.
Pero lo más grave es que el gobierno federal miente; La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) había dicho que ya no aplicaría incrementos mensuales desde 2015, pero a partir del año pasado implementó un nuevo cálculo del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) dentro del rango de precios. Por este concepto, el gobierno federal recaudó nada más en 2016 más de 220,000 millones de pesos.
Con la reforma energética lo único que se hizo fue permitir la participación de empresas privadas en el sector energético con la consecuencia de una libre competencia lo cual mejoraría el precio de las gasolinas y el costo de las mismas sería más barato.
Pero el gobierno federal ha hecho trampa; porque a pesar de que las ganancias por el costo del barril de petróleo aumentaron, toda vez que el precio se recuperó pasando de 33.62 a 53.32 dólares, a los ciudadanos no siguieron cobrando el mismo impuesto.
Seamos muy claros, el impuesto es absolutamente injustificable, porque el gasto del gobierno ha crecido cada año, no es que hiciera falta dinero sino que el gasto ha sido mal distribuido. De hecho este gobierno ha aumentado el gasto, disminuido las reservas y aumentado la deuda y eso ha causado la caída de valor del peso que ya se venía devaluando desde el 2015.
Anteriormente el IEPS para el caso de las gasolinas y el diésel había sido utilizado para igualar los precios de los combustibles de México con los de Estados Unidos, tomando como referencia el precio de la Costa del Golfo del país vecino y eliminar los subsidios, pero eso cambio y ahora la gasolina es más cara que en EU, porque el IEPS, que era un subsidio, se convirtió en un impuesto que represento un ingreso extra para el gobierno.
Para este año, el nuevo cálculo del IEPS a las gasolinas, está incluido en el precio como una cuota fija: 4.30 pesos por litro para la gasolina y 4.58 pesos en el Diesel, además hay que aumentar el IVA que representa otro 16% adicional.
Dado que Pemex sólo vende y distribuye gasolina, y la venta de un solo producto no impulsará una competencia efectiva que tampoco da margen a una baja de precios, si se sigue cobrando el IEPS adicional al IVA, la gasolina seguirá siendo más cara en nuestro país que en Estados Unidos.
Lo que espera recaudar el gobierno federal son 223,522 millones de pesos (mdp) por concepto de IEPS a combustibles, que en 2016 representó casi el 5% de los 4.7 billones de pesos (millones de millones) de la Ley de Ingresos del ejercicio 2016.
Dinero que el gobierno ha quitado a los ciudadanos para usarlo el, y la consecuencia de ese dinero mal gastado ha sido la principal causa de la crisis económica en la que ha metido al país causando inflación, desaceleración de la economía y depreciación del valor de nuestra moneda.
En suma, sería mejor que el gobierno dejara el dinero en manos de los ciudadanos para alcanzar un mayor dinamismo en mercado interno o bien construir un ahorro en el patrimonio familiar, y no entregarlo al gobierno que su inversión productiva es raquítica y su gasto corriente o en programas sociales es muy grande, y es precisamente ese gasto aunado a la cadenas de corrupción lo que afecta la economía del país.
El exhorto puntual que hacemos al gobierno federal es para que elimine el IEPS a las gasolinas, haciéndolo en forma gradual, de tal manera que se reduzca en un 50% para este año y se elimine en forma definitiva para el siguiente, dejando el precio de la gasolina, a la libre fluctuación del mercado.
Es cuanto señor presidente.