Morelia, Mich., a 11 de Junio de 2025.- Desde el Senado de la República, expresamos nuestra profunda preocupación por la decisión del Congreso de Guanajuato de no aprobar la iniciativa para despenalizar el aborto, perpetuando así la violencia institucional contra las mujeres en la entidad.
El derecho a decidir sobre el propio cuerpo es un derecho humano fundamental. Nadie, y mucho menos una autoridad estatal, puede imponer maternidades forzadas, particularmente cuando muchas de estas derivan de violencias sexuales. No es casualidad que, en México, miles de mujeres enfrenten embarazos producto de violación, y aun así se les niegue la posibilidad de decidir sobre su cuerpo. Eso no es justicia, eso es revictimización.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sido clara: criminalizar el aborto es inconstitucional.
Es penosa la decisión del Congreso de Guanajuato en cuanto a la negativa a legislar a favor de los derechos reproductivos y la libertad de las personas, es una muestra más de la violencia institucional que persiste.
Nos preguntamos: ¿Por qué los partidos de oposición callan frente a los casos de violencia sexual que terminan en embarazo forzado? ¿Por qué prefieren criminalizar antes que garantizar derechos y la libertad de las mujeres?
Desde Morena seguiremos defendiendo el derecho a decidir. Porque no se trata de promover el aborto, sino de garantizar que cada mujer pueda acceder a servicios seguros, legales y dignos cuando así lo necesite. No es un tema ideológico, es un tema de salud pública, de justicia y de derechos humanos.
