Morelía, Mich., a 26 de Enero del 2019.,- Las noticias que se generan del diario acontecer del estado pero que son difundidas en redes sociales por la misma ciudadanía, hacen de Michoacán el estado que efectivamente lo tiene todo, empero, de cabeza.
Usted podrá decir que todos las entidades del país viven diversas cuestiones o problemas sociales que aquejan a la ciudadanía y que vivimos en un mundo de libertades, sin embargo, en el caso de Michoacán lo que más tiene en difusión es lo que entre la gente se dice «puras cosas malas» aunque para otros sean buenas tratándose de exponer las demandas sociales para que sus gobernantes las escuchen.
Por un lado la inseguridad, la falta de pago a maestros, a los trabajadores de la salud o la falta de apoyo a estudiantes, que bloqueos en tierra caliente, que el indice de asaltos y robos en la capital michoacana y bloqueos a las vías férreas, además de mitines y plantones.
aunado a esto se habla de ingobernabilidad, que senadores y mayoría de diputados federales ni sus luces, que algunos diputados locales ni a su distrito visitan, que ediles no cumplen con lo que anunciaron de despedir lo que ellos mismos dijeron iban a despedir, entre otros tantos temas.
En contra parte no se promociona nada y Michoacán esta en el ojo del huracán, se habla del estado pero por lo que sus propios gobernantes y la sociedad difunde, solo lo mano y punto.
Entre dirigentes de partidos y organismos sociales unos a otros se confrontan, dividen más a la entidad y vociferan de unos contra los otros aunado a las situaciones que son noticia a nivel nacional por acciones meramente personales de algunos actores políticos y de la sociedad que son noticia.
Ese es el Michoacán viste desde afuera y al parecer esto va para largo, pareciera un estado donde a diario es estar unos contra los otros, una tierra de nadie y donde al final dicen todos mandar, decidir y tener la razón, esto es cuestión de reflexionar.
Michoacán tiene lo propio, sus bellezas y atractivos, su historia, su gastronomía y tanto, tanto que presumir pero que a muchos se les olvida por sus intereses de grupo, económicos y de poder.





